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En qué casos se deniega la custodia compartida
En este post vamos a tratar los motivos por los que los jueces y tribunales acostumbran a denegar algunas peticiones de guarda y custodia compartida en procedimientos de divorcio o medidas paternofiliales.
El objetivo es ayudarte a identificar en qué casos se deniega la custodia compartida para que puedas comprobar si tu caso se presenta alguna debilidad en este sentido al solicitar la guarda y custodia conjunta. O bien, si te opones a esta medida solicitada por su ex, puedas explotar estas debilidades poniendo de manifiesto al juez que la custodia monoparental es la mejor opción para el hijo menor común.
¿Qué es la custodia compartida y por qué puede denegarse?
La custodia compartida implica que ambos progenitores compartan de forma equitativa el cuidado, la convivencia y las responsabilidades sobre sus hijos tras una ruptura. Según el artículo 92 del Código Civil y la doctrina del Tribunal Supremo (como la sentencia de 29 de abril de 2013), este modelo se considera «normal y deseable» porque fomenta la relación de los menores con ambos padres. Sin embargo, el interés superior del menor siempre prevalece, y si las circunstancias lo desaconsejan, el juez puede optar por la custodia monoparental.
La denegación no es un castigo a los progenitores, sino una medida para proteger a los hijos. A continuación, detallamos los principales motivos por los que se deniega la custodia compartida en España.
Violencia de género o doméstica
Uno de los motivos más claros para denegar la custodia compartida es la existencia de violencia de género o doméstica. Si un progenitor está condenado por delitos como maltrato físico o psicológico contra el otro cónyuge o los hijos, el juez la descartará automáticamente.
Incluso si solo hay indicios fundados (por ejemplo, una investigación penal en curso), el artículo 92.7 del Código Civil prohíbe este régimen para garantizar la seguridad del menor.
Artículo 92.7 del Código Civil
7. No procederá la guarda conjunta cuando cualquiera de los progenitores esté incurso en un proceso penal iniciado por intentar atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos que convivan con ambos. Tampoco procederá cuando el juez advierta, de las alegaciones de las partes y las pruebas practicadas, la existencia de indicios fundados de violencia doméstica o de género. Se apreciará también a estos efectos la existencia de malos tratos a animales, o la amenaza de causarlos, como medio para controlar o victimizar a cualquiera de estas personas.
En la Sentencia del Tribunal Supremo 729/2021, se denegó la custodia compartida a un padre condenado por violencia de género, quien seguía mostrando actitudes despectivas hacia la madre, lo que afectaba el bienestar emocional de los hijos.
Desconocer detalles de la vida de tus hijos
Uno de los motivos más paradigmáticos para denegar la guarda y custodia compartida es que el progenitor desconozca datos esenciales de la vida de sus hijos. Aunque parezca increíble, en muchos casos, un progenitor solicita la custodia compartida pese a haber estado desapegado del hijo por diversas razones, como el trabajo.
Para ilustrarlo, un ejemplo, si un padre que pide la custodia compartida y en el juicio se demuestra en su interrogatorio que desconocía completamente la vida de sus hijos. No sabe en qué curso escolar se encuentran, quién es su tutora ni las actividades extraescolares que realiza, es muy probable que el juez decida que la custodia compartida no es el mejor régimen de custodia para el menor y lo deniegue.
Evita que esto te pase. Para lograr la custodia compartida debes demostrar que has sido un padre involucrado, y es difícil fingirlo, salvo que tengas un abogado que te ayude.
Cuando un progenitor demuestra desconocimiento o desinterés por la vida cotidiana de sus hijos (horarios escolares, actividades extracurriculares, necesidades médicas), los tribunales pueden interpretarlo como una falta de compromiso. La custodia compartida exige que ambos padres sean capaces de asumir responsabilidades activamente.
Existencia de un procedimiento penal en el que el progenitor esté siendo investigado
Otro motivo habitual para denegar la guarda y custodia compartida es estar inmerso en un procedimiento penal. El Código Civil es claro: si se da esta situación, no procede la custodia compartida.
Sin embargo, en derecho, rara vez dos y dos son cuatro. Hay excepciones. Por ejemplo, el Tribunal Supremo ha dictado sentencias en las que se permite la custodia compartida a pesar de antecedentes penales si estos han sido cumplidos y cancelados. Si te interesa saber cómo cancelar antecedentes penales, puedes consultar este post.
Mala relación con el otro progenitor
Una pregunta recurrente es si la mala relación con el otro progenitor puede ser motivo para denegar la custodia compartida. La respuesta es que no. La ley no exige que los progenitores tengan una relación idílica; solo se denegará si los conflictos afectan negativamente a los menores.
Es importante desmentir algunos malentendidos. Una mala relación entre los padres no es, por sí sola, motivo de denegación. El Tribunal Supremo (sentencia 545/2022) aclara que los desencuentros propios de una ruptura no justifican descartarla, siempre que no afecten al menor. La clave está en la capacidad de colaboración y respeto mutuo en beneficio de los hijos.
Excesiva distancia entre domicilios
La guarda y custodia compartida debe adaptarse a la rutina familiar. Si los domicilios de los progenitores están muy alejados, puede haber problemas. Aunque la ley no establece una distancia máxima, el Tribunal Supremo ha indicado que no es viable someter a un menor a desplazamientos constantes si los domicilios están, por ejemplo, a más de 50 km de distancia.
Si estás solicitando la custodia compartida, asegúrate de tener una vivienda adecuada y cercana al domicilio del otro progenitor.
Según el INE, en 2022 la custodia compartida ya alcanzaba el 45,5% de los divorcios en España, pero en comunidades con alta dispersión geográfica, como Galicia o Castilla y León, las denegaciones por distancia son más frecuentes.
Horarios incompatibles
La compatibilidad horaria también es un factor a considerar. No es obligatorio tener una jornada laboral completamente adaptada a la vida del menor, ya que se entiende que, en ocasiones, se debe delegar en terceros. Sin embargo, si la jornada laboral impide materialmente el cuidado del menor (por ejemplo, en el caso de pilotos o directivos con viajes frecuentes), la custodia compartida puede ser denegada.
Aun así, hay excepciones. La Audiencia Provincial de Madrid concedió la custodia compartida a un piloto que demostró haber reducido su jornada laboral para adaptarse a la crianza de sus hijos. La clave es demostrar que puedes hacer un esfuerzo para compatibilizar tu horario.
Imposibilidad económica para asumir la guarda y custodia compartida
La situación económica de los progenitores también puede ser un factor decisivo. Si uno de ellos carece de medios suficientes para proporcionar a los hijos un entorno adecuado durante su tiempo de custodia (vivienda digna, alimentación, acceso a educación o atención médica), el juez puede denegar la custodia compartida. No se trata solo de ingresos, sino de la capacidad de garantizar condiciones de vida beneficiosas para el menor.
Por ejemplo, si un progenitor vive en una vivienda precaria o no puede asumir los gastos básicos asociados al cuidado, el interés superior del niño podría inclinarse hacia la custodia monoparental con el otro progenitor.
En una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona de 2023, se denegó la custodia compartida a una madre que, tras el divorcio, vivía en un piso compartido sin espacio suficiente para los hijos, mientras el padre disponía de una vivienda estable y recursos económicos adecuados.
Conductas inadecuadas o adicciones
Adicciones (alcohol, drogas) o un estilo de vida desordenado que ponga en riesgo al menor son motivos contundentes para denegar la custodia compartida. Los informes psicosociales, elaborados por equipos especializados, suelen ser determinantes en estos casos.
Que el hijo no desee la custodia compartida
A partir de los 12 años, los jueces están obligados a escuchar la voluntad del menor mediante la exploración del mismo. Esto puede generar problemas, ya que algunos niños pueden ser manipulados por uno de los progenitores.
Si el hijo rechaza de plano la custodia compartida, será difícil obtenerla. Cuanto mayor sea el niño, más peso tendrá su opinión. En el caso de adolescentes cercanos a la mayoría de edad, es prácticamente imposible que el juez imponga un régimen que el menor no desee.
Edad de los niños: lactancia
Cuando los menores son muy pequeños, especialmente menores de 2 años y en periodo de lactancia, muchos jueces consideran que la madre tiene una mayor aptitud para su cuidado. Sin embargo, esta visión está cambiando. Algunas sentencias recientes indican que la lactancia no es un impedimento para la custodia compartida, ya que la leche materna puede ser administrada por el padre.
Comprender las razones por las que los jueces deniegan la custodia compartida resulta imprescindible para lograr su concesión. Como siempre, es fundamental contar con la asistencia de un abogado especializado en guardia y custodia, ya que cada caso es único. Si necesitas asesoramiento personalizado o quieres que sea tu abogado para pedir la custodia compartida de tu hijo menor, no dudes en ponerte en contacto conmigo sin compromiso.
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